Hora de escapar

Unete a la Mafia

Los Pantera evacuan el castillo por orden del Jefe. Ahora los Purasangre persiguen a los enemigos. Se acerca el fin.

viernes, 16 de abril de 2010

Mafia. Capítulo 14. El flujo del agua.

  Debido al manotazo, Nethuns había ido a parar al lago. Allí, hundiéndose poco a poco, observaba al sol entrar por la ilusión del agua, creando un sinfín de fibras luminosas que le acariciaban el rostro y las heridas. No parecía tener ningún hueso roto, pero sin duda la parte izquierda de su cuerpo representaba la vendimia. Sus manos jugueteaban inmóviles y pequeñas burbujas escapaban de su nariz y boca. Un azul metálico, y a la vez eléctrico, pintaba la esencia de aquél joven, que había estado a punto de evitar todo esto. Desde que escaparon de la muerte, habían recuperado sus armas y habían intentado salir del castillo, pero éste ya era el tercer oponente al que se enfrentaban. Se encontraba exhausto de huir y de pelear, pero no podía dejar morir a nadie más, su poder era controlar el agua, y estaba rodeado de ella. Aunque nunca había luchado con más de dos botellas, la voz de sus recuerdos le gritaba al oído que era un cobarde, así que dejó atrás sus miedos y decidió darlo todo.
  De pie en el fondo del lago, Nethuns alzó sus manos y poco a poco se empezó a formar una corriente que viajaba recogiendo la voluntad de todo su poder, sintió el flujo del lugar y se sorprendió al notar como estaba armonizando con él. Sin duda estaba elevándose. Lo notaba, podía notar como toda el agua del lago creaba una burbuja a su alrededor y empezaba a levitar suavemente en el aire, así que se dejó llevar y al ver allí abajo a su enemigo no lo dudó ni un segundo y se abalanzó sobre él. Aquél ataque le recordó al salto de una ballena y por eso decidió darle tal forma al agua para intimidar a Thorn.
  El resultado fue devastador.
  El agua impactó violentamente derrumbando la muralla de aquél lado y una torre próxima a la esquina del castillo, entró en el edificio reventando todas las ventanas del primer y segundo piso e inundó ambos, arrastrando con ella todo a su paso. La onda expansiva hizo llegar el agua también a casi todo el jardín y resbaló precipicio abajo por las rocas que unían castillo y muro, muriendo en el mar.
  Todo el sector era una ruina.
  Muchos Pantera sorprendidos empezaron a salvar las pertenencias más importantes, pero la mayoría de los novatos solo pensaron en huir.
  Victorioso, Nethuns se irguió ante Thorn, que se hallaba tumbado en el suelo seminconsciente, rodeado por su propio cabello, que a consecuencia del ataque se había mojado, por lo que ahora era mucho más voluminoso y pesado. Por todas partes había montones de pelo mojado, y a Neth le costó encontrar a su amigo, que estaba enterrado entre la maraña.
-Ya es la segunda vez que me sorprendes hoy Neth- dijo el pelirrojo medio ahogándose.
-Guarda silencio, estás muy malherido. Te sacaré de aquí- el joven empezó a caminar cargando a su compañero al hombro, los charcos del suelo impedían que se movieran con facilidad pero poco a poco el agua iba volviendo al lago. Cuando ya habían andado varios metros escucharon unos gemidos, y al girarse vieron que el Purasangre se estaba llevando la mano a la cabeza. Aturdido, fue levantándose poco a poco con la ayuda de sus poderosos brazos, tambaleándose por culpa del pelo mojado que le pesaba y le rodeaba. Parecía verdaderamente enfadado.
-Maldito crío. Osáis irrumpir en nuestro pacífico castillo por razones que desconozco, ¿y luego atacáis a los Purasangre esperando piedad? – gritó.
-Nosotros no hemos entrado en vuestro castillo. Han intentado matarnos mientras nos tenían presos y solo queríamos huir antes de que lo hicieran- prefirió omitir el detalle de porque les encerraron.
Thorn quedó un poco confundido. - ¡Entonces sois fugitivos! ¡Escapar de nuestros calabozos es un delito mayor!- Aunque dijo esto, no entendió el porqué querrían haberlos matado, si eso fuera cierto. Pero su trabajo, el que tanto amaba, era capturarlos.
  Si el Jefe había nombrado a Thorn un Purasangre no fue por su fuerza, sino porque su poder permitía atrapar a los enemigos perfectamente sin causarles ningún daño físico, por eso cuando le encontró delinquiendo en la calle lo sacó de la pobreza, le instruyó y compró una casa decente para su familia. No podía traicionar esa deuda dejando escapar a dos fugitivos, y esa voluntad fue la que lo hizo levantarse y continuar luchando.
  Nethuns al ver esto dejo a Yappi en el suelo y se alejó de él.
-Veo que tendré que vencerte para que nos dejes en paz, aunque no sé como podrás luchar, ya que tus movimientos están completamente restringidos debido a tu pelo mojado- amenazó Neth.
-Sabes, no me nombraron uno de los diez miembros más importantes por nada-
  Dicho esto, Thorn enrolló su propio cabello en ambos brazos, y para sorpresa del mercenario, utilizó los dos mechones que había formado como si de látigos gigantes se tratara e intentó golpearlo primero por la izquierda, ataque que esquivó fácilmente con un salto, y luego por la derecha, que a punto estuvo de darle, sin embargo Neth utilizó el agua del suelo para crear una gota enorme que golpeó al látigo y lo desvió hacia arriba. El Purasangre repitió estos movimientos varias veces, pero ninguno dio en el blanco debido a que ahora los puños americanos funcionaban. El impacto entre puño y cabello provocaba que éste último se secara poco a poco, pero aquello era algo que Neth tenía en cuenta, por lo que lanzaba grandes gotas contra el moreno intermitentemente, volviéndoselo a mojar.
-¡Estas en las últimas, déjalo! –grito el joven lanzándole otra gota-. Admite tu derrota.
-No puedo permitir que escapéis-
  Thorn lanzó un potentísimo ataque en diagonal con su mechón derecho, pero Nethuns lo detuvo utilizando su cuerpo, no sin mucho esfuerzo, ya que estaba muy magullado por culpa del manotazo de antes, y lo atrapó rápidamente con ambos brazos.
   No osaron mirarse.
   Tiró con todas sus fuerzas hacia atrás y arrancó brutalmente el mechón entero de la cabeza del Purasangre, dejando caer el cabello al suelo. Aquél fue un dolor tan intenso que hubiera hecho arrodillarse al mismísimo diablo.
  La sangre derramada le quemaba en los ojos. Aquella parte de su cuerpo le había servido para conseguir una vida digna, y ese cabrón le había arrebatado gran parte de ella en un segundo con solo un tirón. Empezó a correr lentamente como antes, ciego de furia y de ansias asesinas. Ni siquiera pudo ver como Nethuns se preparaba para recibir tal impacto. Éste había descubierto un nuevo vínculo con el agua, y ahora lo estaba disfrutando jugando con ella. Multitud de diminutas gotas danzaban alrededor de él, elevándose desde el suelo hasta sus brazos y rodeándolos completamente, creando otros mucho más grandes. La fluidez y la frescura transformaron su aura, y pareció como si sus propias extremidades fueran ahora dos gotas enormes.
  Thorn, por su parte, había conseguido suficiente velocidad como para derribar el propio castillo debido a que había logrado el impulso necesario para ello, aunque su pelo pesara más que antes.
  El impacto hizo que incluso Yappi retrocediera en el suelo y los cristales que se habían salvado del anterior ataque murieran en un concierto de reflejos. Thorn había golpeado con los dos puños a Neth, pero éste los bloqueó fácilmente. El agua que rodeaba sus brazos amortiguó los puñetazos y permitió al mercenario agarrar las manos de su contrincante, rompiéndolas poco a poco, apretando con la misma piedad que le habían mostrado a él. En su rostro deslumbraba el sabor de la victoria al ver como tan gran enemigo caía de rodillas lentamente, y de pronto, el agua empezó a abandonar a su amo y a cubrir de arriba abajo a Thorn, provocando en él el terror de morir ahogado por culpa de una armadura de agua.
  Cuando el oxígeno se terminó al Purasangre se le tornaron los ojos blancos, pero Neth no veía más allá del deseo de escapar para siempre de aquel lugar así que hizo caso omiso.
  Pero oyó una voz. Le llamaba cobarde.
Lentamente recobró la cordura y el agua se derramó en el suelo salpicando la hierba. Soltó las manos de Thorn, que quedó ahí arrodillado, inconsciente, y se miró asqueado.
  La batalla había finalizado, solo tenía que coger a Yappi y salir de allí. Por fin.
Pero de pronto, sucedió algo increíble. Al principio pareció una broma del cansancio o un espejismo burlón, pero al fin se dio cuenta de que aquello era real, de que verdaderamente, todo se estaba convirtiendo en nieve.
  Los ojos de Neth se abrieron como platos, y cuando pudo reaccionar, la nieve le llegaba hasta las rodillas. Todo, muralla, suelo, árboles, piedras derrumbadas e incluso una gran parte de ese lado del castillo, todo se había convertido en nieve. Intentó correr hacia su compañero, que se hundía sin remedio cada vez más, pero una mano lo detuvo.
Era Thorn. Sus piernas estaban inmovilizadas, y era imposible escapar de aquél desastre, pero el Purasangre sonrió y cogiendo impulso, lanzó a Nethuns sin previo aviso por encima del castillo, salvándolo. Desde el aire pudo ver como los dos se perdían en el mar blanco, y como le había sido imposible hacer nada para ayudarlos.


2 comentarios:

Martita dijo...

joooooeeeer menudo capitulito si que te lo as currado si! =)
me a gustado muxo porque tiene de todo, no se me a parecido emocionante! XD

Levi dijo...

gracias =)

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